Notas de prensa de "El Diario Montañés" sobre el retablo procedente de Tamariz (del libro "La Abadía y Catedral-Basílica de Santader", escrito por Luis López González-Recio)

 

El día 29 de enero de 1949 llega a Santander, mediante varios viajes en camión, el retablo barroco que constituirá el altar mayor. Procede del pueblo de Tamariz de Campos, y el promotor de la adjudicación ha sido el Marqués de Lozoya. Tiene unas dimensiones de 9 metros de altura, por 8 de ancho. Está realizado en pino del norte, en gran parte sin dorar, y por tanto en su estado natural. Presenta algunos pequeños deterioros. Su descripción viene expresada en estos términos:

"En su tabla del centro medio hay una imagen de la Asunción. A ambos lados otras dos hermosas tallas (San Joaquín y Santa Ana). Al pie un piso en tres rectángulos policromados: La presentación de San Juan a Herodías, La degollación de San Juan, y la visita de María a su prima Santa Isabel".

"Debajo tres hornacinas que corresponden a San Juan, San Zacarías y Santa Isabel (en tamaño natural)".

"La parte inferior presenta tres tablas, con motivos de la vida de San Juan".

"Entre las columnas externas existen tablas ordenadas verticalmente en las que figuran San Juan Evangelista, San Mateo y otros discípulos".

"Seis obreros especialistas, al mando del aparejador D. Guillermo Seivane se han encargado de desmontar, transportar y volver a montar el retablo".


El día 11 de junio de 1949 sabemos que:

"Inmediatamente se dará comienzo al montaje del retablo mayor que después será recubierto del dorado que le falta".


Sabemos que el altar mayor procedía de una iglesia de la provincia de Valladolid, Tamariz de Campos, del Partido Judicial de Medina de Rioseco. Se procede inmediatamente a su restauración de las partes dañadas y a la posterior tarea de dorarlo y policromarlo en los lugares que lo haga preciso. Se encarga de dicha restauración el artista D. Antonio Valle, quien en el mes de octubre de 1949 calcula que no dará fin a su tarea antes del mes de diciembre, aunque lleva trabajando en el retablo desde el mes de agosto. También procede de Madrid este dorador, a quien ha recomendado el Marqués de Lozoya. Con él y como director de las obras de restauración ha venido a Santander D. Julián Beranga.

"Las ménsulas, capiteles, cornisas e impostas se hallaban en el color natural de la madera, bastante sucio y deteriorado en general".

"Las imágenes, bajo-relieves, tallas en los cuadros y fajas laterales de los Evangelistas que estaban pintadas, presentaban la misma suciedad que malograba el magnífico efecto de esta notable obra de arte que puede fecharse entre los siglos XVI y XVII".

"El artista nos explica la forma de proceder a la reparación del estofado y dorado del retablo".

"Primeramente se procede al estuco. Se aplica una capa de ciertas tierras, la cual seguidamente se pule con estropajo, y a continuación se van adhiriendo los panes de oro, a la encáustica o al huevo. Consiste esta última modalidad en disolver una yema de huevo en agua, para mezclarlo con tierras del color que se desee".

"... en el altar mayor deberán figurar, en lugar de los santos que originalmente aporta el retablo, La Asunción de la Virgen, San Emeterio y San Celedonio".


El día 14 de diciembre de 1949, sale nuevamente a las páginas de "El Diario Montañés" un artículo que nos limitaremos a resumir:

"He seguido con gran curiosidad y satisfacción las obras del retablo: columnas, capiteles, entrepaños y hornacinas. El retoque de relieves de firme y caliente colorido que armonizan con el fondo de oro del conjunto. Resulta una labor acabada tal como está, sin necesidad de oscurecerla con una pátina de artificiosa antigüedad".

No obstante, el Sr. Álvarez Ríos nos confiesa que el retablo quedó tan brillante "...que con una maestría inigualable el Sr. Valle le imprimió una delicada capa de barniz para mitigar su excesivo brillo, y comunicarle una noble presencia que no contrastara escandalosamente con la sobriedad del entorno...". "Había que situarlo en su época" concluye el Sr. Álvarez.


En 1950 aparece la siguiente noticia:

"Nos dice que ya ha llegado la imagen de la Asunción, si bien no ha podido contemplarla bien, a causa de la poca luz que recibe el retablo. A continuación lo harán las de San Emeterio y San Celedonio, también obra del escultor Julián Alangua."

Esta imagen de la Virgen ya existía en 1946, cuando apenas se iniciaban las obras de reconstrucción, y mucho antes de que llegara el retablo proveniente de Tamariz. Al parecer, la cara de la imagen de la Virgen fue realizada tomando por modelo, y posando para la misma, la esposa del ingeniero proyectista, José Manuel Bringas.


Según el autor del libro consultado únicamente dispone de estos datos a través de las notas de prensa del "Diario Montañés", pero no le ha sido posible acceder a la documentación relativa al proceso de reconstrucción de la Catedral de Santander.

Dice el autor:
"En 1984, ni en el Colegio de Arquitectos, ni en los Archivos catedralícios, ni en el Ministerio de la Vivienda (a través de su Delegación en Santander, a la que según testimonio verbal de persona bien enterada fueron remitidos todos los planos y documentación que -provisionalmente- se habían conservado en la Casa de los Canónigos hasta el año 1965) hemos tenido acceso, para hacer un relato más completo y riguroso de las modificaciones experimentadas por nuestro primer templo.

Tal vez en esta documentación esté la respuesta a algunas preguntas que se me ocurren, como por ejemplo:

¿Dónde están las imágenes originales del retablo? ¿Quién se quedó con ellas? ¿Por qué es tan difícil obtener información sobre el tema? ¿Quienes se beneficiaron del expolio?. . .

Según informes de una persona del Cabildo de la Catedral de Santander, consultado en el año 2001:
"Una de las imágenes del retablo se la quedó un arquitecto, y un San Pedro sirvió al escultor Alangua de modelo para hacer una estatua de piedra que se halla en la hornacina en el exterior de la catedral, cerca de la puerta. Otros restos de esculturas fueron guardadas en un trastero en la torre de la catedral. Estas ciertamente ahora no existen allí."

. . . 


Volver


Nota biográfica sobre el Marqués de Lozoya:

Juan de Contreras, Marqués de Lozoya (1893-1978) Historiador, crítico de arte y literato nacido en Segovia. Enseñó historia del arte en diversas universidades españolas. En 1940 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y al año siguiente en la de Historia. Desempeñó importantes cargos: director general de Bellas Artes (1939-1951), de la Academia de Bellas Artes de España en Roma (1952-1957) y del Instituto de España (1964-1978). A partir de 1972 fue presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue nombrado procurador en Cortes en 1964. Autor de Historia del arte hispánico y de una Historia de España, además de otros mucho títulos. En 1976 recibió la dignidad de Grande de España.