Valladolid

Tamariz de Campos alerta sobre el peligro de derrumbe del Palacio

Un riesgo que se ha acrecentado con las últimas lluvias. Dada la imposibilidad económica que tiene el Consistorio de acometer las obras sobre este inmueble municipal, el alcalde ha pedido a la administración competente que se lleve a cabo una intervención urgente con el fin de no perder tan valiosa parte del patrimonio del municipio. En este sentido, el primer edil sostiene que la recuperación de la construcción podría conllevar las visitas, pero también su uso como espacio para fines cultural y como pequeño museo sobre Tamariz de Campos.

Fue en el año 2014 cuando el Ayuntamiento se hizo con la propiedad de este inmueble de tapial y refuerzo de sillares de piedra, de unos 300 metros cuadrados, conocido en la localidad como el Palacio, ante la posibilidad de que fuera vendido a un particular con la idea de extraer la portada gótica.

Con el tiempo, el edificio se deterioró hasta el extremo de poderse hundir con gran riego para los vecinos dada su céntrica situación, por lo que el Consistorio procedió a vallar la zona para evitar peligros. Ya en 2018, se llevaron a cabo obras de desescombro que pusieron al descubierto, en uno de sus muros, una antigua ventana geminada con arcos polilobulados.

También en 2018, los profesores de la Universidad de Valladolid Olatz Villanueva, titular de Historia Medieval, y Ramón Pérez de Castro, profesor del Departamento de Historia del Arte, y el investigador predoctoral de Historia Antigua y Medieval Luis Araus emitieron un esclarecedor 'Informe histórico artístico inicial del Palacio de Tamariz de Campos', en el que, tras hacer una completa descripción del edificio y una pormenorizada memoria histórica, concluían que se trata de «una construcción nobiliaria o palaciega ligada a algunos de los linajes más importantes de la Castilla de los siglos XIII y XIV como fueron los Lara y los Manuel». Además, hacían ver que se trata de uno de los escasos restos conservados de este tipo de arquitectura civil medieval en el Valle del Duero, en la que se combinan elementos estéticos de tradición cristiana y musulmana, poniendo también de manifiesto «la importancia del barro y el tapial, como materiales y técnicas constructivas históricas, que caracterizan la arquitectura de toda la Tierra de Campos».

En el informe, los tres historiadores no dejaban de alertar sobre el estado de grave vulnerabilidad del edificio, con la aparición de grietas, poniendo en peligro su integridad estructural a corto plazo. También lo emparentaban con los palacios de Tordesillas y Astudillo, que por su valor patrimonial han sido declarados Bien de Interés Cultural. Por eso, dado «el extraordinario valor patrimonial de esta inédita construcción», expresaban que «merece una urgente actuación» por parte de la administraciones competentes. De este modo, urge realizar un estudio integral histórico, arqueológico, artístico y estructural que permita su correcta interpretación y catalogación, así como «la toma de medidas para frenar su avanzado deterioro, evitar su inminente ruina y preservarlo dado su relevancia para el patrimonio de nuestra comunidad».

En diciembre de 2018, Hispania Nostra incluyó el edificio en su 'lista roja', recordando que según la tradición oral se dice que fue residencia de la reina aragonesa doña Leonor, a la vez que se hace constar que carece de protección específica. En 2019, con un presupuesto de 48.000 euros, la Junta de Castilla y León llevó a cabo la consolidación estructural de la cubierta, retirando elementos en precario equilibrio y añadiendo aquellos imprescindibles. Además, se instaló una sobrecubierta de chapa metálica como protección provisional de lo existente. También se reparó la zona medianera con la vivienda colindante para asegurar su seguridad, así como su estanquidad al agua y el viento.