Tamariz de Campos no lo esperaba. Seguro. Pero se ha llevado el
oro. Como mínimo tres hogares de este pueblo vallisoletano de unos
100 habitantes han rellenado el censo por Internet, el 6,7%
(porcentaje de hogares respecto al total del municipio). Le sigue en
la clasificación Laspaules (Huesca) con cuatro hogares, (3,9%) y en
tercera posición Jun (Granada), con 16 (2,7%). El municipio
granadino ha hecho pruebas de democracia participativa a través de
Internet.
La aceptación del censo por la red ha sido escasa. Concluida la
campaña el 31 de diciembre, sólo respondieron el censo por Internet
13.818 hogares, es decir, casi uno por cada mil (0,097%), según el
Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se calcula que en España hay 3,3 millones de hogares conectados,
según datos del SEDISI. La primera declaración de la renta por
Internet, en 1999, la realizaron 21.559 ciudadanos.
El INE ha adelantado algunas de las causas que pueden explicar la
escasa aceptación: 'La falta de conocimiento por parte de los
internautas, la sencillez de los cuestionarios en papel o la
necesidad de mejorar la coordinación entre la recogida en papel y la
recogida por Internet'.
El rey del censo, el papel
El cuestionario de papel es el rey del censo 2001. Un
gigantesco sistema de gestión documental procesa desde diciembre
datos de 60 millones de cuestionarios, tarea que acabará en febrero.
Los 34.000 agentes han visitado 13 millones de hogares y 21
millones de direcciones postales (empresas, fábricas). Las 500
oficinas comarcales conectadas vía WAP con la central han sido la
parada intermedia de los cuestionarios. Su destino es el centro de
producción censal del INE en San Fernando de Henares.
En el último censo, en 1991, casi la totalidad de empresas del
sector trabajaron durante año y medio para grabar los datos, explica
José Antonio Perea, coordinador de los censos de población y
vivienda de 2001 del INE. Los nuevos equipos informáticos han
reducido la tarea drásticamente, teniendo en cuenta que en esta
edición hay trabajo extra con el padrón municipal y la validación de
los datos censales.
Los 18 escáneres de alta producción alquilados a Kodak, los
primeros de su tipo que llegan a Europa, trabajan a toda pastilla
las 24 horas al día: reconocen los caracteres de unos 80
cuestionarios por minuto. Cada día se procesa el contenido de millón
y medio de sobres. Los cuestionarios son tricolores para un mejor
reconocimiento de los caracteres; a pesar de ello, falla en el 15%
de las ocasiones y los datos deben ser introducidos manualmente. La
seguridad es completa: nadie puede husmear en la base de datos
padronales y sólo se ve en la pantalla parte de la información de
los cuestionarios.
El centro almacena información en discos de 4,5 terabytes y
regenera los datos en caso de caídas del sistema; un banco medio no
pasa de dos terabytes. Una vez acabado el proceso, los ficheros con
las modificaciones del padrón se enviarán en CD a los 8.000
municipios del país para que puedan realizar los cambios.
La inversión en informática para el censo asciende a 2.000
millones de pesetas, incluido el sistema para cumplimentar el censo
por Internet. En 1991, la grabación de datos costó 500 millones,
pero se tardaron tres años en concluir la
estadística.